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Quien trabaja contigo te mata o te levanta

No ignores el daño que puede causar un mal elemento en tu empresa o círculo social.

En los equipos de trabajo, un “elemento contaminante” es cualquier factor que, aunque parezca inofensivo al inicio, impacta negativamente en la dinámica y productividad. Por ejemplo:

  • Un colaborador con actitud tóxica.
  • Falta de claridad en la comunicación.
  • Procesos obsoletos que ralentizan el flujo de trabajo.

El daño no siempre es inmediato, pero su efecto es progresivo. Como una naranja podrida, este elemento contamina la moral, el desempeño y hasta la cultura organizacional.

El efecto dominó: cuando no detectas a tiempo la “naranja podrida”

Imagina a un colaborador que:

  • Critica constantemente a sus compañeros.
  • Llega tarde, se queja o evade responsabilidades.
  • Miente o minimiza sus errores.

Al principio, el equipo intenta compensarlo. Con el tiempo, aparecen:

  1. Desmotivación: El trabajo se vuelve desgastante.
  2. Pérdida de confianza: Los conflictos erosionan la cohesión.
  3. Bajo rendimiento: La energía se invierte en protegerse, no en innovar.

Resultado: Un equipo funcional se convierte en un grupo desconectado.

Claves para mantener un entorno sano

El liderazgo es clave para identificar y actuar. Acciones concretas:

  1. Cultura de feedback continuo: Hablar abiertamente evita que los problemas crezcan.
  2. Señales tempranas: Actitudes negativas o quejas recurrentes son alarmas.
  3. Entorno de apoyo: Recursos para desarrollo personal y profesional.
  4. Decisiones oportunas: Capacitar o, en casos extremos, remover el elemento tóxico.

Un equipo saludable no surge por casualidad; se construye con acciones intencionales.

Reflexión final

  • ¿Qué elementos tóxicos estás ignorando?
  • ¿Qué cambios puedes implementar hoy para proteger a tu equipo?
  • ¿Cuánto te cuesta diariamente la ineficiencia de tu equipo?

Si quieres profundizar, solicita una propuesta para tu equipo: Liderazgo que Integra.

¡Me encanta leerte! Gracias por compartir este espacio.

— Dr. Roch