image

¿Por qué reprimir las emociones puede ser malo?

Vivimos en una cultura que honra el reprimir nuestras emociones, solo aquellos que son valientes y fuertes son capaces de enfrentarlas y dejarlas salir.

Muchas veces cuando sentimos una emoción, las personas a nuestro alrededor, o a incluso nosotros mismos, reprimimos lo que sentimos; y eso lo único que produce es un percance (somatización) en otra parte de nuestro cuerpo. Malestares como dolor de estómago o de cabeza pueden ser el resultado de emociones no resueltas.

“Los hombres no lloran” o “Las mujeres están locas” son parte de estos esquemas culturales que muchos de nosotros traemos cargando de nuestros padres o abuelos. Por otro lado, al enfrentar nuestras emociones tenemos que enfrentar a nuestro propio ego. ¿Qué hacer?

Acompáñame a explorar junto con Roger González este tema en el podcast de esta semana en EXA.