¿Por qué perdemos la chispa?

El tiempo, la rutina, la falta de actividades en conjunto, el desgaste de tener hijos… Muchas son las razones por las que una pareja puede empezar a sentir que se les está acabando la chispa, sin embargo, detrás de esa falta de ‘ganas’ de estar juntos no siempre hay motivos externos.

¿Hemos perdido la chispa?

Mirar hacia dentro y aceptar los cambios en las personalidades de los miembros de la pareja ayuda a ‘re-enamorarse’ una y otra vez. Existen situaciones ‘espejo’ que se llaman en las que podemos ver reflejado un problema. No pienses en ti … ¿Qué pensarías?

1-. No tengo ganas de hablar con mi pareja. La evito. Me aburre y siempre son ‘todo problemas’.

2-. He aceptado ese aumento, no por el dinero, sino por no tener que volver a casa tan pronto.

3-. Hace mucho tiempo que no tenemos intimidad, ni nos miramos a los ojos. Siento que cualquier persona me puede interesar más que mi pareja.

4-. Llega el fin de semana y me agobio. El lunes me alivio.

5-. Sólo me preocupo de mis hijos, a mi marido ni lo veo ni sé cuándo vendrá. Le dejo su espacio, total me da igual.

Si escucharas a tu amigo/familiar decirte esto te asustarías… ¿Verdad? ¿Y no merece la pena que reflexiones un poco si fuera tu caso?

“Tienes que estar bien contigo mismo/a, serenarte, despojarte de los sentimientos de culpa, ser capaz de recuperar tu independencia emocional y perder el miedo a estar solo/a contigo mismo/a. Tienes que desear estar con él/ella, pero no necesitar estar con él/ella. Tienes que perder el miedo a perderlo/a.”