NADA ES CASUALIDAD
Nada de lo que haces y te sucede es casualidad. Ya sea que hayas escuchado tu voz interior y la sigas, o que la hayas ignorado y, por lo tanto, tengas algo por aprender y en qué mejorar. Todo lo que te sucede tiene un sentido y lleva dentro una bendición, incluso si parte de errores o malas acciones.
En el fondo de tu corazón sabes lo que estás llamado a ser. Si lo dudas necesitas practicar más la escucha interna. Desconéctate de tantos aparatos electrónicos, atrévete a sentir el silencio, respira profundamente y haz el estar a solas contigo mismo el hábito más importante, en el presente y conectado con tu espiritualidad.
Hay quienes hacen meditación para lograrlo y buscan vaciarse de cualquier pensamiento o deseo. Otros hablan de mindfulness, que exige estar atento al presente, consciente de uno mismo. No es vaciarse de pensamientos, sino dejarlos pasar; no dejarse atrapar por ellos.
La depresión se recrudece cuando uno se ata al pasado; la ansiedad, cuando vives pensando en el futuro sin esperanza. En cambio, en el presente te obligas a mirar la realidad. Es un desafío estar en el presente.
Algunos practicantes de mindfulness le añaden, como elemento, la compasión hacia uno mismo respirando conscientemente. Y lo han hecho porque encontraron mejores resultados en estudios de campo.
La oración cristiana es la contemplación de un Dios personal (que es también ser en relación, por ser Trinitario), amor, misericordia, compasión. De modo que si eres cristiano o crees en un Dios personal, este tipo de oración será la mejor forma de escuchar esa voz del Espíritu, responder a ella y fortalecer tu vida interior. No solo te ayudará a vivir en el presente, sino a estar en él compasivamente y en esperanza al tiempo que vas descubriendo tu misión.
Cuando te des cuenta de que nada es casualidad y que todo tiene una causa de ser o suceder te darás cuenta del poder que tienes para relacionarte mejor con tu propia vida y todo lo que te rodea.