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La vida no miente y tu cuerpo tampoco.

Cuando alguien me pregunta ¿Cómo selecciono al personal que trabaja en mi empresa? contesto: Miro la vida de cada uno. No me distraigo con lo que sabe, con su apariencia, sus títulos, sus amistades. Miro su vida porque la vida no miente.

Para explicar el comportamiento de las personas quiero resaltar un punto importante, el mantenimiento que damos a nuestro cuerpo.

Si tu cuerpo no produce lo que necesitar para funcionar, se quedará sin gasolina mucho antes de alcanzar la meta que tu mente exige. A menudo lo que acusamos como fatiga mental es simplemente una señal que envía el cuerpo para indicar que le falta algo, sea ejercicio, hora de sueño y descanso, respiración profunda y consciente o bien para mostrar como merman su rendimiento sustancias como el azúcar en exceso o el alcohol.

Cuando tenemos mucho trabajo suele pasar que nos olvidamos de nosotros mismos. Mal hecho, cuidar de uno mismo tendría que ser nuestra principal preocupación para conseguir buenos resultados sin quemarnos. Es básico hacer ejercicio, dormir siete u ocho horas diarias por la noche, tomar el son con prudencia, tomar vitaminas, tener sexo con amor, amar de manera incondicional, confiar en alguien. Todo esto es básico para esta sano y sentirse vivo.

No veas el cuerpo en términos de apariencia física y de belleza exterior; es en realidad la manera en la que demuestras estar presente en el mundo y es muy caro para descuidarlo. Cuando algo deja de funcionar es cuando descubrimos el gran valor que tiene. No esperes a sufrir para detectar que tienes que actuar, recuerda el cuerpo como la vida, no miente. Estar atento a su lenguaje es de seres inteligentes.