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HACER “LO CORRECTO”

Muchas parejas tienen problemas en su relación pues no solo tienden a hacer “lo mismo” que hicieron sus padres o practican los mismos hábitos dañinos de su vida de solteros, sino que se proponen hacer “lo correcto”.

¿Qué es “lo correcto”? Es una construcción de la mente que me dice qué debo esperar de mi esposo o esposa, qué es correcto exigirle. Entonces me olvido de la persona concreta con quien he unido mi vida y le pido convertirse en ese ideal que la sociedad me pide. Curiosamente la “sociedad” es una abstracción y no le podré dar gusto a todos, pero en el proceso de intentarlo sí puedo destrozar, por la presión, mi relación más importante.

Hay parejas que tuvieron problemas por una infidelidad o reveses financieros. Si hubiera sido por ellos mismos, tal vez estarían dispuestos a perdonarse y volver a empezar. Sin embargo, la presión de las familias y los amigos los lleva a romper definitivamente pues “no es correcto tolerar algo así”. Por ello es mejor siempre lavar la ropa sucia en casa. Nadie más que nosotros conoce las verdaderas circunstancias de los problemas y tiene la libertad de tomar las decisiones que crea mejores, aunque para los demás resulten ilógicas o reprobables.

Decide desde el poder

El estado de ánimo afecta tu salud y tu percepción de la realidad. La ira, miedo, frustración, el decirte “no puedo, soy víctima”, permanecen en tu estado de ánimo. Pierdes capacidad de analizar, crece tu cintura, se reduce tu memoria de corto plazo, aprendes menos, te da insomnio y gastritis.

Cuando has decidido desde el poder tomar el volante de tu vida, encuentras en la realidad situaciones que tienen que ver con tu proyecto de vida y lo favorecen. Pero sucede lo mismo en negativo: cuando tomas el rol de víctima encuentras en la realidad o en la interpretación de ésta a cargo de tu mente, situaciones que confirman tu visión pesimista.

Si crees que no puedes, este sistema te da las razones para lograrlo (no poder). La decisión es fundamental.

Te propongo un ejercicio. A todo lo que normalmente dices “no puedo”, di “no quiero”. Verás que es más acertado y te llena de poder. También desvela tus verdaderas razones. Dices no poder hacer algo porque, en realidad, muy dentro de ti, no quieres. Entonces, sé honesto, desnúdate, deja de engañarte y sabotearte. Mejor decide desde la responsabilidad y el poder.