Cuando las cosas se salen de control y se vuelve una cacería de brujas de alguno de los dos o hay una lucha de poder para derrotar al otro ahí comienzan las súper razones del divorcio, esta claro que la primera es obvia pero las otras son pequeñeces que terminan por pulverizar tu matrimonio. Recuerda en el amor no hay garantías.

1.- Un amor débil, extinguido

Es importante mencionar que no es bueno el extremo contrario , hay parejas que para no lastimarse evitan el conflicto. Jamás discuten y callan, generando una aparente armonía que cada vez agranda más las distancias. No hay que tenerle miedo a la diferencias, discutir y confrontar enriquece la relación, ayuda a conocer mejor al otro y no tiene por qué implicar una pelea desagradable. Además, no hay nada más romántico que una reconciliación.

2.- Infidelidad

La infidelidad es el abuso o mal uso de la confianza que se ha depositado el uno en el otro en una relación y viceverza. La realidad es que la infidelidad es un riesgo al que todos estamos expuestos, por lo que conviene no cerrar los ojos a la posibilidad, y es muy difícil retomar una relación después de que se pierde la confianza. Se necesita mucha madurez, sensatez y lucidez para evaluar si ese momento tan tentador verdaderamente vale la pena.

Los hombres por ejemplo su mayoría tienen el sexo disociado con amor a diferencia de las mujer que terminan enamorándose del amante. Según varios especialistas en la mayoría de los casos el infiel termina desesperado por el resultado de sus actos, deseando inútilmente volver el tiempo atrás.

3.- Falta de comunicación

La convivencia, en muchos casos, atenta contra la comunicación, la vida cotidiana, las responsabilidades, los hijos y es fácil caer en la monotonía y graves  llevan años interpretando mal distintas situaciones:

El diálogo es la piedra fundamental de toda relación, tan importante como la pasión, el amor o la atracción. Es una cuestión especialmente difícil para los hombres que suelen evitar hablar de sus sentimientos. No están acostumbrados a hacerlo y les agobia la idea.

4.- Celos

Los celos son una señal de alarma, cuando aparecen es urgente poner limites. Si dejáramos de lado la percepción de que el otro es nuestro patrimonio, los celos no existirían.

Hay que trabajar en nuestra seguridad, alimentar la seguridad de tu pareja y reconocer las carencias, porque son los celos, los iniciadores de grandes discusiones sin sentido que terminan en divorcio.

5.- Fin de la pasión

Gran tema: un misterio cómo llega y otro cómo se va. Sin embargo, existen muchas formas de ayudar a sostenerla en el tiempo. Es fundamental no dejarse estar físicamente, encontrar momentos de privacidad, estar atentos, conectados, buscar formas de sorprender al otro.

Es muy recomendable hacer un viaje romántico cada tanto, aunque sea un fin de semana. Divertirse, jugar y hablar. Decir lo que a uno no le gusta y lo que sí, para poder conocerse cada vez más. El secreto está en capitalizar el paso del tiempo para explorar hasta lo más profundo la sexualidad de la pareja. Descubrirán niveles de alta compatibilidad, que solo se logran con el tiempo y la entrega absoluta.

6.- Competencia profesional

Quién tiene el cargo más importante, quién gana el mejor sueldo, cuál de los dos obtuvo un mayor reconocimiento profesional… éstos son algunos de los conflictos más comunes en las parejas modernas en las que los dos trabajan y los dos mantienen la casa.

Lo ideal sería tener en claro que el proyecto personal es tan importante como el de pareja y funcionar como equipo. 

¿Hay claves para el matrimonio?

Es posible que la rutinaria premeditación acabe con los sentimientos y con el impulso amoroso. A esa conclusión llegó Myers tras escuchar la respuesta que los matrimonios, todavía felizmente unidos, le dieron: “No se trata de llegar a acuerdos. Las cosas cambian y, cuando van mal, la rutina no sirve de nada. La clave para que un matrimonio funcione es simple. Si algo se ha roto o se está debilitando hay que buscar la solución, algo que te ayude a creer en tu pareja para volver a enamorarte”.