El amor es un encuentro. No existe eso de “me enamoré por accidente”. Amar no es un suceso fortuito; implica una decisión consciente que, una vez tomada y correspondida, da lugar a una relación floreciente. Si quieres profundizar en este tema, te invito a participar en mi retiro anual Relaciones Desnudas.
Es importante aclarar que no puede haber amor unilateral. Decir “yo la amo, pero ella no me ama” no es amor verdadero. El amor requiere reciprocidad, porque es un encuentro entre dos personas. Si te enamoras de alguien que no te elige, es un engaño de tu mente idealizada, que busca estímulos para sentirse vista y amada.
El amor no ocurre en solitario. Es un vínculo que exige conexión real, no fantasías mentales. A veces, elegimos mal por intereses o ilusiones, no por un sentimiento consciente. Estas decisiones pueden ser evaluadas observando si ambos se desarrollan como individuos. Si alguno se estanca, la elección fue errónea.
El amor se basa en encuentros, decisiones conscientes y un enriquecimiento mutuo. Ahora exploraremos los niveles del amor:
1. El amor físico
Es un amor basado en la compañía. No necesariamente sexual ni emocional, se asemeja a la relación de “animalitos”: comer juntos, ver televisión, trabajar lado a lado.
2. El amor sexual
Aquí, el vínculo gira en torno al placer físico. Sin embargo, suele desarrollarse un ciclo de conflictos: del placer a la discusión, y de la discusión al placer. Este patrón puede desgastar la relación si no evoluciona.
3. El amor emocional infantil
En este nivel, las parejas actúan como niños, se llaman “bebé” o “nena” y buscan protección y cuidado mutuo. Aunque hay afecto, este tipo de amor es inmaduro, caracterizado por manifestaciones emocionales que buscan seguridad más que crecimiento.
4. El amor intelectual
En esta etapa, el intelecto toma protagonismo, lo que puede enfriar la pasión sexual. Si el razonamiento domina, la creatividad en la relación disminuye, dando paso a la rutina, que mata el deseo y abre la puerta a posibles infidelidades. Es crucial mantener viva la sexualidad, las emociones y el afecto con creatividad.
5. La unión espiritual
Este nivel busca unir almas, compartiendo un propósito de vida. Aquí, el amor se centra en el progreso mutuo, disfrutando el desarrollo de talentos propios y de la pareja. Amar conscientemente significa interesarse más en el crecimiento del otro que en recibir algo a cambio.
6. El amor divino
En el amor divino, las parejas se colocan espalda con espalda, mirando en direcciones opuestas para abarcar una visión de 360°. En esta posición, cada uno complementa la percepción del otro con respeto y apoyo, construyendo decisiones basadas en una visión compartida de la realidad. Es el amor que busca lo mejor para la relación, no para el individuo.
7. El amor andrógino o alquímico
Es el nivel más elevado, donde la conexión trasciende la vida terrenal. Este amor es eterno, uniéndose en esta vida y en las siguientes.
El amor verdadero no es egoísmo ni dependencia; es entrega mutua y crecimiento conjunto. Gracias por leerme y por seguirme en mis redes sociales y página web: DrRochOficial.