Observa a tu alrededor y verás que muchas personas no están satisfechas con su vida. Los matrimonios atraviesan dificultades con sus parejas, los empleados no encuentran satisfacción en su trabajo, algunos se sienten insatisfechos con su situación financiera o con su apariencia física. La lista continúa: la salud, el gobierno, la familia, la libertad financiera, y así sucesivamente.

Aprender a vivir con la incertidumbre es fundamental, ya que la vida misma es una constante de cambios impredecibles. Quienes están vivos deben aprender a adaptarse y afrontar los desafíos que se presenten en su camino.

La naturaleza nos enseña la abundancia: una semilla puede dar lugar a múltiples frutos, año tras año, en su estación apropiada. Sin embargo, a menudo nos dejamos influenciar por la mentalidad de escasez, que nos susurra en el oído, en lugar de escuchar la voz de la abundancia que reside en nuestro interior y que nos impulsa a crear riqueza.

En un mundo y una realidad intrínsecamente abundantes, coexiste una voz teórica de escasez y carencia. Sin embargo, tú tienes el libre albedrío para decidir qué voz sintonizar. La realidad no puede imponerte su voluntad, pues experimentar la escasez nos permite apreciar y valorar la abundancia cuando la encontramos.

Tu reacción ante lo que sucede en la realidad es crucial. Puedes elegir escuchar la voz de la escasez, representada por tu mente, o la sabiduría de la abundancia que reside en tu interior, simbolizada por tu timo.

La clave está en tomar acción y dejar de lamentarse. Comienza por descubrir la sabiduría interna que reside en tu ser y actívala para manifestar resultados tangibles, comparándolos con tu vida anterior, cuando estabas dominado por las falsedades mentales.

Gracias por leer.

Dr. Roch